Benjamín Vicuña es tapa de la revista Hola de esta semana: hizo una producción de fotos campestres (las podés ver en la Galería de esta nota, más arriba) donde se muestra junto a dos de sus hijos -los menores- Beltrán (5) y Benicio (2), andando a caballo y posando para acompañar un reportaje íntimo de confesiones.
Benjamín Vicuña: "No hay un solo día que no piense en Blanca; soy un hombre extraviado"
El actor chileno habló a corazón abierto de la pérdida de la hija que tuvo con Pampita y cómo su actual pareja, China Suárez, lo acompaña en la lucha diaria por ese interminable dolor.
"Tras un pacto que tuvo con su ex -Pampita- eligió no hablar de ella", aclaran en la revista, para justificar por qué no le preguntaron nada sobre el escandaloso divorcio que protagonizaron después que ella lo descubriera engañándola con China Suárez, con quien hoy espera un hijo.
"Trato de filtrar lo que se dice de mí. A través de las redes todo el mundo opina de vos y de tu trabajo. No puedo gustarle a todo el mundo y se también que hay mucha agresión, mucha frustración y envidia", explica el actor chileno de su costado mediático.
Habló de su relación con China Suárez y la llegada de su nuevo hijo, pero también abrió su corazón -como pocas veces lo hace- para referirse a su presente en perspectiva al mayor drama de su vida, que le modifica cada día; la muerte de su hija Blanca:
"China trajo a mi vida risas, sabiduría, compañerismo y mucho amor -dice y Pampita leerá furiosa estos dichos que la diferencian de su nuevo amor-. Me gusta vivir la vida de a dos; soy compañero y me ocupo mucho de la persona que tengo a mi lado. El drama, los prejuicios y el dolor son interpretaciones de los adultos. Como papá trato de ser honesto, alegre, profundo, sabio y cercano. Quiero ser amigo de mis hijos, pero poniendo límites.
El embarazo de la China es un momento mágico y estoy feliz de compartirlo con ella. La China tiene 25 años y es una madraza con Rufina. Es una mujer increíble, muy lejos del personaje que le construyeron. Ama cocinar, estar en su casa. Me enamoró su alegría contagiosa y el amor que le da a mis hijos. Ella tiene el amor y la generosidad para estar con alguien con una herida abierta por la muerte de su hija. No hay un solo día en que yo no piense en Blanca, soy un hombre extraviado... y en ese sentido la China comparte mi dolor desde el lugar que puede. Hay que ser muy generoso para acompañar a alguien en ese camino. Valoro profundamente su entrega porque no es nada fácil.
Tiene que haber casamiento con China, pues! Estamos viendo, es un deseo, un lindo deseo, proyecto, pero no sabemos cuando porque ahora lo importante es el niño en camino.
Me molesta mucho mi fama de mujeriego. Lo más fácil para algunos es calificar y clasificar. Se armó una caricatura, una exacerbación de lo que soy. Me considero enamorado de la vida y en ese sentido estoy orgulloso de cómo he llevado mi vida. Me dicen mujeriego, no asesino ni violador...".