Muchas especulaciones giraron en torno al grave accidente que sufrió Roberto Piazza en España y que lo llevó a estar inmovilizado por varias semanas. Finalmente, el diseñador y creador de alta costura volvió al país y contó toda la verdad acerca de este mal momento. Pero hubo algo que llamó la atención: bajando el tono de los rumores, aclaró que no estuvo al borde de la muerte.
Todo comenzó cuando el diseñador se encontraba en España pasando el invierno europeo, y el verano argentino. Lo agarró la tormenta Filomena donde centenares de personas se vieron afectadas por las duras consecuencias de nevadas y congelamientos severos. Uno de ellos fue Roberto Piazza, quien sufrió varias caídas que lo llevaron a ser atendido con distintos especialistas en España. En una reciente entrevista al diario argentino La Nación, el diseñador comentó algunos detalles: "Tengo la mano derecha y el cuello inmóvil, un esguince severo en el pie izquierdo, y cuatro pinzamientos en las cervicales". Además de precisar todo lo que sufrió en su cuerpo, Roberto Piazza se mostró seguro al afirmar que no está "ni moribundo ni olvidado como algunos inventaron". ¿Ofuscado y enojado?
Al parecer, el diseñador de alta costura se encuentra molesto por la cantidad de costosos PCR y controles a los que debió someterse en España y en Argentina. "La verdad es que allá la pasé como el c...", comentó, tirando por la borda la versión que decía que el viaje que había iniciado Piazza a fin de 2020 era por placer. La realidad, es que el artista decidió instalarse unos meses allí junto con su pareja desde hace más de 20 años, Walter. Alquilaron un departamento y mientras estaban allí, Roberto Piazza intentó trabajar. "Nos venía yendo muy bien, pero la pandemia no solo me perjudicó a mí, sino al mundo entero", relató.
Hoy el reconocido diseñador se encuentra ya en Argentina donde se está ingresando en la segunda ola por coronavirus, y debe someterse a uan batería de estudios y chequeos médicos para conocer el estado real de su salud. ¡Le deseamos una pronta recuperación!