Argentina | Carla Peterson | Luciano Castro | Nancy Dupláa

¿Cuánto midió el primer capítulo de "Cien días para enamorarse"? y nuestra mirada de la nueva ficción de Telefe

Nos gustó mucho esta nueva ficción de Sebastián Ortega que promete y tuvo alto rating.

Lo mejor de "Cien días para enamorarse" es la química de sus dos protagonistas, Nancy Dupláa y Carla Peterson, a su vez las heroínas -junto a Griselda Siciliani- de las ficciones más exitosas de Sebastián Ortega, quien sabiendo el desafío que tenía por delante tras la fallida Fanny, la fan, apostó todo: contrató a un mega elenco, salió de la repetición de clichés que le funcionaron antes en historias apuntando a lo hilarante como sketchs repetidos en escenas calcadas unas de otras; y mezcló tramas que le funcionaron antes. Ingredientes ricos batidos de nuevo para sacar otro trago.

El primer capítulo -sin cortes, como el segundo de esta noche- tuvo un alto nivel actoral pero también -por fin!!!- de guión; escenas con diálogos picantes, adultos, ingeniosos, y el universo que mejor muestra Ortega: el de la amistad. Porque más allá de los vínculos de pareja y des-parejas, lo más nutritivo del cóctel es la relación de las dos amigas que cuentan la historia -Laura y Antonia, "la relación más larga que tuve", se dicen una a la otra- y el grupo de amigos que los rodean.

En el medio, la infidelidad como símbolo de estos tiempos: bigamia, histeriqueo, amantes, sexo casual, fantasías, permitidos y todo lo que está de moda. Dos grandes escenas del primer episodio: la crisis que estalla la pareja de Peterson y Minujín en una terraza muy cheta (gran monólogo de ella) y la discusión de las amigas en medio de una ruta bajo la lluvia, en la que las actrices se sacaron chispas, ambas brillantes.

Quizás hubiese sido un mayor desafío para Nancy Dupláa no darle a repetir el conflicto que tuvo en Graduados -un hijo con un ex novio que se borró y la paternidad adjudicada al actual marido, aunque éste sabe la verdad pero el verdadero padre no- y que a su vez también un poco era parte del suyo en La leona. Pero Nancy es la gran heroína de telenovela de estos tiempos y sabe sacarle el jugo a su parte del còctel.

Peterson se actúa "todo" y lo demostró en el debut que la tuvo al trote de principio a fin. Minujín -¿había necesidad de ponerle ojos de contacto de color?- también es camaleónico, tan alejado del personaje de El marginal, que parece otro actor. A Luciano Castro nadie le pide que actúe muy bien; aparece y derrite las paredes. Jorgelina Aruzzi y Juan Gil Navarro prometen secundarios de lujo y personajes para lucirse.

Hablamos alguna vez de las obsesiones de Ortega por las identidades cambiadas y los conflictos de personalidad que marcan todas sus producciones; aquí parece que fue menos por ese lado y apuesta usar lo mejor de El tiempo no para, Graduados y Un año para recordar, pero apuntando más a la comedia dramática que a la comedia de carcajadas que ya venía cansando un poco.

¿El rating? Arrasó: picos de 17.1 (El final de El sulán le dejó 15) liderando ampliamente, por momentos duplicando a El trece, en un día en que horas antes, a su vez Pasapalabra con 10 puntos duplicaba a Pampita -al revés- en algo más de 5.